Anunciación.- El 17 de junio se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación, de acuerdo con el calendario de la ONU.

La desertificación es un problema mundial, con consecuencias graves para la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible a nivel mundial.

Las personas pobres que viven en zonas de tierras secas tienen que hacer frente a múltiples problemas de pérdidas de ingresos, inseguridad alimentaria, deterioro de la salud, sistemas de tenencia de la tierra inseguros y derechos de acceso a los recursos naturales, y falta de acceso a los mercados. A menudo, las escasas oportunidades de subsistencia los obligan a migrar a zonas no afectadas por la desertificación en busca de una vida mejor.

La frecuencia e intensidad cada vez mayores de las sequías resultantes del cambio climático podría exacerbar aún más la desertificación. A ese respecto, la Convención de las Naciones Unidas, lucha contra la desertificación en los países afectados por sequías grave o desertificación, en particular en África, ofrece una plataforma para la adaptación, la mitigación y la resiliencia.

Con la consigna de “El que algo quiere, algo le cuesta, invirtamos en suelos sanos”, la celebración quiere llamar la atención sobre la importancia de llevar a cabo estas acciones:
1)      Un cambio en el uso de la tierra, apostando por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático, en especial en aquellas zonas áridas en las que la escasez de comida es cada vez mayor.
2)      Un mayor acceso a los avances tecnológicos y a la titularidad de tierras de los pequeños agricultores que respetan el medio ambiente y dan una respuesta a las necesidades alimentarias de millones de hogares, especialmente de los más pobres.
3)      Un mayor equilibrio entre las finalidades ecologistas y el consumo de alimentos.
4)      Un aumento de las inversiones encaminadas a promover mejores prácticas y un sistema de producción más sostenible y
5)      Un aumento de las acciones encaminadas a visibilizar las consecuencias de la desertificación, cuyos efectos sobre la paz, la seguridad y la estabilidad son invisibles pero, sin embargo, una realidad para los países con escasez de agua y de comida, y cuyos habitantes se ven obligados a emigrar como consecuencia de este problema.
Fuente: ONU

Informes:

Organización de las Naciones Unidas (ONU)
http://www.un.org/es/index.html