A nosotros no nos toca juzgar, solo hacer, en la medida de nuestras posibilidades y nuestra vida diaria, apostolado con nosotros mismos (a través de nuestra formación continua) y con los demás.
Estamos asustados por hechos que se nos escapan, no sabemos cómo solucionarlos, y entonces sí alzamos los ojos al cielo. Aunque nos sintamos apenados por mostrar nuestra mezquindad al acudir a Dios cuando “no queda de otra”, Él no nos abandona y aprovecha la circunstancia para restablecer la relación.
Qué lección tan grande la de cómo Dios cuida de todas sus criaturas, pero ese cuidado tiene un orden: las personas somos administradoras del bien estar de todos, hasta de los animales. Este es el mensaje de fondo del cuidado de ese perrito que asume una persona sensible.
El Papa Francisco explicó que el anuncio creíble no está́ hecho de hermosas palabras, sino de una vida buena: una vida de servicio.
Hace un par de meses, Diana Servín, coautora del Protocolo para la atención del bullying, o acoso escolar, lo presentó a la sociedad educativa. En este texto vuelca su experiencia como Maestra de Inglés y Preceptora en el Colegio Yaocalli, en el Sur de la Ciudad de México y sus estudios de Maestría en Asesoramiento Educativo Familiar.