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Hogar de la Misericordia ABP brinda calidez y vida digna a personas desamparadas 2>

Durante la época de los años 80 en México no existía visibilización de personas con enfermedades incurables en la zona norte del país en el Estado de Nuevo León.

En agosto de 1985 debido a la falta de instituciones que atendiera a este grupo vulnerable se fundó Hogar de la Misericordia ABP con la altruista labor de albergar a beneficiarios de las zonas de Guadalupe, N.L.

Con el paso de los años, la asociación creció, se expandió y logró fundar tres hogares para atender a cerca de 100 personas. Esto solo fue el inicio para el trabajo imparable de la organización.

Atender a personas desamparadas representa apoyar a beneficiarios con enfermedades incurables no contagiosas, cuya situación física, económica y falta de familiares hace que requieran atención gratuita a sus necesidades médicas, alimenticias, de vestido y de habitación, hasta la hora de su muerte.

Todos los servicios que ofrece la asociación tienen detrás a un equipo conformado por las religiosas que están a cargo de cada Hogar de la Misericordia apoyadas por médicos, enfermeras, terapeutas, cocineras, afanadoras y choferes.

Actualmente brindan atención a 130 personas en situación de abandono lo que significa 130 aseos personales diarios, también alimentos, medicamentos, curación y servicios básicos para su atención integral en cada hogar.

Los tres hogares distintos se encuentran en los municipios de Guadalupe y San Nicolás de los Garza donde atienden a adultos mayores, mientras que en el tercero ubicado en Santa Catarina atienden además a adultos.

Representado como un refugio para quienes enfrentan momentos difíciles, Hogar de la Misericordia ABP siempre ofrece una mano amiga y un corazón dispuesto a ayudar.

Aliviar el sufrimiento y dignificar sus últimos momentos son piedras angulares para la institución. Inició como un pequeño acto de bondad y posteriormente se transformó en una iniciativa que cada día cambia vidas.

Han transcurrido 35 años desde la inauguración del Hogar I de Misericordia. En 1988 se fundó Hogar II y en 1993 el Hogar III. La gestión de cada hogar se logra gracias al eficaz equipo operativo de la asociación.

Existen diversas formas de ayudar a que Hogar de la Misericordia ABP, desde donativos en especie, económicos, voluntariado, la asistencia a eventos y campañas de recaudación o también siendo parte del programa de adopta a un abuelito.

Casi cuatro décadas respaldan a esta altruista ABP y desde entonces, Nuevo León cuenta con la calidez de acoger a adultos y adultos mayores desamparados para tener una mejor calidad de vida.

Contacto

https://www.hogardelamisericordia.org/

imagen@hogardelamisericordia.org

Con Dignidad y Solidaridad apuestan por los pobres y sus derechos 2>

Pobreza en México, si el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita en el país creciera un 2% anual entre el periodo de 2024-2030, la pobreza se reduciría del 21% al 15.4 %, de acuerdo con el Banco Mundial (BM), en un comunicado de prensa.

Los avances en temas de mejorar el acceso a la seguridad social y a los servicios de salud, son esenciales para reducir significativamente la pobreza extrema por carencias sociales, fortalecer el acceso a los servicios básicos como saneamiento, financieros, transporte y carreteras, así como desarrollar mecanismos de protección social adaptativa que refuercen la resiliencia en las comunidades más afectadas, de acuerdo con el informe de BM.

No obstante, la asistencia de los gobiernos se vuelve insuficiente para alcanzar a todas las comunidades vulnerables, debido a esto, la presencia de varias Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) es fundamental dentro de los temas de asistencia social en México y en el mundo; fue la Asociación Dignidad y Solidaridad AC que identificó uno de los problemas sociales más grandes, la realidad de la pobreza, desde el año 2000.

Después de observar una situación de injusticia, explotación, ante la falta de alimentación, salud y educación, el desempleo, la migración, las condiciones inhumanas de vivienda y de trabajo.

Resultando más afectados los pobres en situaciones de desastres naturales, como terremotos, inundaciones, y entre otros más. Frente a las necesidades de la población surge Dignidad y Solidaridad como una respuesta de acción en beneficio de los más desfavorecidos.

Por el año del 2000, la asociación ayudó a los damnificados por el terremoto en el Salvador en el mes de diciembre, pero también benefició a la población del estado de Yucatán por el huracán Isidore, orientándose principalmente en la reconstrucción de casas afectadas. Con la finalidad de promover la dignidad humana y la construcción de un mundo más justo y solidario.

Dignidad y Solidaridad AC, con su trabajo acompaña de manera solidaria a personas en situaciones de necesidad, por falta de fuentes de ingresos o por desastres naturales, para promover su dignidad, como objetivo principal. La ayuda humanitaria es parte de su agenda, en sectores y regiones que se encuentren en situación de pobreza extrema o afectadas por catástrofes y estados de emergencia de cualquier índole; esta ayuda se traduce y materializa en alimentación, vestido, vivienda, medicamentos y atención médica dentro de la República Mexicana.

La asociación tiene la función de intervenir y mediar entre las personas necesitadas y las personas con recursos, que con sus donativos pueden beneficiar a los más desfavorecidos de distintas maneras. La transparencia se ha convertido también en uno de los valores importantes de la Fundación, por el medio del cual muestran su compromiso por invertir las donaciones a las causas pertinentes para brindar mayor claridad a la comunidad.

Desde hace años, Dignidad y Solidaridad AC se ha formado como una asociación sin fines de lucro que canaliza apoyos económicos como materiales, con la intención de ayudar a las personas con necesidades a causa de la pobreza o por desastres naturales en proyectos como migración, emergencias naturales y proyectos sociales. Gracias a los donativos de las personas, la asociación civil puede continuar su labor en favor de los más necesitados para propiciar un mundo más equitativo.